“Dios ha hecho mucho por mí” La gratitud es una respuesta positiva a la gracia y la bondad de Dios. Texto: 1 Samuel 1:10-11/27-28 Ana estaba en profunda angustia, llorando amargamente mientras oraba al Señor. E hizo este voto: “Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, si miras mi dolor y respondes a mi oración y me das un hijo, entonces te lo devolveré. Será tuyo durante toda su vida, y como señal de que ha sido dedicado al Señor, nunca se le cortará el cabello. Le pedí al Señor que me diera este niño, y él me concedió mi pedido. Ahora lo entrego al SEÑOR, y del SEÑOR será toda su vida. Y allí adoraron a Jehová. La gratitud nos ayuda a no olvidar nuestra petición. La gratitud nos anima a cumplir nuestra Promesa a Dios. La gratitud fortalece la adoración. “La gratitud no requiere práctica, requiere reconocimiento. No pide Perfección, sólo Acción. La gratitud no necesita un título, requiere humildad”. “La gratitud convierte la amargura en respuesta, la alegría en respuesta, la tristeza en felicidad y el silencio en canción”. Salmos 103:1-5 Todo lo que soy alabe a Jehová; De todo corazón alabaré su santo nombre. Que todo lo que soy alabe a Jehová; que nunca olvide las cosas buenas que hace por mí. Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Él me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. Él llena mi vida de cosas buenas. ¡Mi juventud se renueva como la del águila!