Todo es tan fácil cuando entregamos nuestra alma y nuestro corazón a Dios. Ahora que he experimentado el amor y gracia de Dios en mi vida, puedo ver todo diferente.
Ahora puedo amar, perdonar y tolerar. Camina esta vida con mucha paz, alegría, esperanza, seguridad y libertad; gracias al perfecto sacrificio de Jesús en la cruz por mí. Aceptar su maravilloso amor, conocerlo, creerle y obedecerlo significa que puede vivir plenamente con inmensa gratitud por tantas bendiciones inmerecidas.
Jesús le dijo a la gente que creyó en él:
“-Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles an mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
John 8:31-32 NTV
“A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo”Salmos 119:7 NTV
Esto no siempre fue así. Mi corazón estaba lleno de resentimiento, amargura, orgullo y dolor por la falta de Dios en mi vida. El orgullo tomaba control de mis sentimientos y emociones endureciendo mi corazón sin importarme el gran daño que me causara. Vivía con un espíritu enfermo que me impedía funcionar de acuerdo a las capacidades que da Dios. Más en su gran amor, gracia y misericordia me alcanzó para mostrarme su plan bendito de redención y equipándome con su Santo Espíritu que está en mí y conmigo para ayudarme en todas las circunstancias de esta vida.
Él es mi fortaleza y refugio en mis debilidades, mi consuelo, paz, y esperanza en el dolor, mi guía en cada decisión. Corrige mis faltas, me enseña lo correcto y recuerda que tengo dominio para controlar mis emociones, sentimientos y argumentos.
Su Palabra dice:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.”
2 Timoteo 3:16-17 NTV
“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.”
2 Timoteo 1:7 NTV
Es esencial buscar su sabiduría, renovar la mente, amar sus instrucciones y obedecer para cuando tengamos que enfrentar el dolor, las diferentes pruebas y lecciones podamos crecer, madurar y resistir los procesos, que algunos nos deshacen el alma, pero tienen un propósito de acercarnos más a Dios.
Proverbios 2 habla de los beneficios de la sabiduría.
“Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos.
Afina tus oídos a la sabiduría y concéntrate en el entendimiento.
Clama por inteligencia y pide entendimiento.
Búscalos como si fueran plata, como si fueran tesoros escondidos.
Entonces comprenderás lo que significa temer al
Señory obtendrás conocimiento de Dios.
¡Pues el Señor concede sabiduría!
De su boca provienen el saber y el entendimiento."
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”
Romanos 12:2 NTV
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”
Romanos 8:28 NTV
Elijamos seguir avanzando a nuestro destino en completa seguridad y disfrutemos el viaje.
Oración:
Pedimos a Dios que nos dé pleno conocimiento de su voluntad y que nos conceda sabiduría y comprensión espiritual. Entonces la forma en que vivamos siempre honrará y agradará al Señor, y nuestras vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, iremos creciendo a medida que aprendamos a conocer a Dios más y más.
“También pidamos que seamos fortalecidos con todo el glorioso poder de Dios para que tengamos toda la constancia y la paciencia que necesitamos. Mi deseo es que estemos llenos de alegría y demos siempre gracias al Padre. Él nos hizo aptos para que participemos de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz. Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.”
Colosenses 1:9-14 NTV